LA PALABRA
Lorenzo Milani, el creador de la escuela de Barbiana, tenía entre unos de sus lemas educativos el siguiente: “Pertenecer al pueblo y dominar la palabra”. Trabajando en una parroquia de Florencia se enfadaba y comentaba cómo era posible que los hijos de la clase obrera fueran capaces de leer los periódicos deportivos y los otros no. Se le ocurrió quitar los futbolines y el ping-pong de los salones parroquiales y empeñarse en despertar la conciencia de los jóvenes… Venía razonando que a la clase obrera se la entretiene para que sea sumisa. Terminó desterrado en el Valle de Barbiana. Allí creó su escuela. Una escuela en torno a la palabra: desarrolló la escritura colectiva, la lectura del periódico, el aprendizaje de varios idiomas… y terminaron escribiendo un libro: “Carta a una maestra”. Hoy ese libro está desterrado de la carrera de magisterio y de pedagogía… y de las bibliotecas de las salas de profesores. Por cierto, ¿Hay biblioteca en la salas de profesores? […]