José y María, padres de familia
Nuestro hijo Jesús, nuestro único hijo, nuestro mayor tesoro. Llegado el momento le buscamos un buen colegio. Como andábamos un poco justos con la economía de la casa los dos teníamos que trabajar y pocas veces podíamos participar en los encuentros que el colegio organizaba para los padres.
Todo fue bien hasta que el niño cumplió los catorce años. Comenzamos a encontrarlo un poco extraño, más silencioso, como si estuviera ausente. Jesús se había vuelto diferente y estábamos desorientados. No sabíamos qué hacer. […]